Cada vez contamos con herramientas y métodos más especializados para conseguir los fines publicitarios que queramos, y en el ámbito social las redes se han convertido en un altavoz para la publicidad.

En España nos gustan las redes sociales, más del 87% de la población las utiliza e invertimos en ellas un mínimo de dos horas diarias. Son un escaparate en el que los influencers pueden ayudarnos a conseguir nuestros objetivos de forma efectiva.

¿Pero hay influencers que puedan comunicar exactamente lo que quiero?

Actualmente hay un amplio universo de influencers, cada uno de ellos especializado en un campo o actividad concreta, por lo que realizar una acción publicitaria con alguno de ellos es completamente efectivo. En primer lugar, por el alcance que genera, y es que con utilizar dos o tres influencers la visibilidad de tus campañas puede aumentar considerablemente. Además, la inversión que se realiza es bastante menor que el beneficio que se obtiene al no ser influencers de más reconocimiento y el factor naturalidad con el que juegan hace que las campañas parezcan más orgánicas.

En nuestro país 2 de cada 100 españoles tienen más de 1000 seguidores en Instagram, y dentro de este grupo podemos destacar a los nanoinfluencers y a los microinfluencers, los perfiles favoritos de cualquier anunciante, porque es un grupo vasto en el que podemos encontrar seguidores y con un elemento común que los hace diferentes al resto de influencers: la naturalidad.

Es por esto que las marcas se fijan en ellos, son personas que se han ganado la confianza de su comunidad, que gracias a su transparencia y sinceridad consiguen influir en sus seguidores y generar una comunidad fiel.

Está claro que es un medio imprevisible que puede dar vértigo algunas veces, pero según el portal Influencer Marketing, por cada euro que se invierte en este modelo, las empresas ingresan una media de 5,20, por lo que el modelo de negocio parece tener cierta estabilidad.

En cuanto al sector de la salud podríamos pensar que tiene menos opciones al ser un campo más especializado y que quizás difiere más del mundo de las redes sociales, pero actualmente contamos con algunos influencers enfocados en este mundo que son enfermer@s, doctores, nutricionistas… una oferta en la que podemos apoyar nuestras campañas como otra pata más dentro del plan de comunicación de una campaña, por ejemplo.

A nivel personal diré que es un camino a explotar bastante interesante, sobre todo si queremos plantear una campaña de awareness donde la visibilidad es un factor fundamental. Con una buena estrategia en la que se incluyan algunos de estos influencers, el impacto y la repercusión que puede tener la campaña seguramente se incremente de forma exponencial, dando más presencia a nuestras campañas y obteniendo mejores resultados.

También creo que es un arma de doble filo, y que se haga lo que se haga hay que hacerlo con unos principios y una lógica que no deje ningún cabo suelto. Con esto lo que quiero decir es que el perfil del influencer que escojamos para nuestras campañas tiene que ser muy acorde a la acción, de esta forma la credibilidad que irradian estas personas fortalecerá y dará credibilidad a nuestra marca.

Esta herramienta lleva siendo usada en la publicidad convencional ya un tiempo, dentro del sector de la salud hay algún ejemplo, pero creo que es necesario romper esa pared que muchas veces nos imponemos a nosotros mismos. Como herramienta de viralización y creación de reputación estamos ante una forma de trabajo interesante y que todavía tiene mucho que decir, porque mientras las redes sociales se sigan utilizando como herramienta de comunicación personal y empresarial, esos perfiles tienen un hueco asegurado dentro de los planes de marketing de las marcas.