No vengo a hablar de publicidad, vengo a hacer publicidad.

Publicidad de la publicidad.

Porque la publi lo necesita.
Y es que en general a la gente no le gusta la publicidad. Y en particular, a mí tampoco.

Lo admito, soy de los que cuando salta un preroll de Youtube estoy con el cursor contando los segundos para que aparezca “saltar anuncio”.

Y claramente no es algo mío particular, a la gente no le gustan los anuncios, pero no solo los anuncios, no les gusta todo lo que hay alrededor de nuestro sector. Ni anuncios, ni publicitarios.

Más de una persona a la primera de cambio cuando se ha enterado de mi profesión me han dicho sin temblarles el pulso: “Engañáis a la gente, solo queréis vender”.

¡Woooww! ¡Qué bofetada! Este pensamiento no puede seguir así. Porque no es cierto.
Aquí es donde empieza la publicidad de la publicidad.

Y es que sí, aunque muchos de los anuncios que se pueden ver hoy en día en los medios son malos, para empezar, son un mensaje positivo entre mensajes horribles. Guerra, alquileres por las nubes, noticias negativas, programas con gente peleándose.
Los anuncios en general son un oasis de alegría. Son los mensajes positivos de esta sociedad.

Y sí, algunos de los que vemos día a día son muy malos:
Compramos tu coche, compramos tu coche.
Compramos tu coche.
Pero eh, que si quiero sé que me compran el coche.

Por otro lado, son malos porque una buena idea es Jon Snow contra un ejército de caminantes. Parece que todo el mundo quiere que muera.

Pongamos un ejemplo.

Hay un brief de Ikea.
Se te ocurre: “La República Independiente de mi Casa”.

Y alrededor hay un pelotón de fusilamiento que comienza a intentarla destruir:

“¡Pero eso no se puede!”
“Uff vamos a decir República?” ”¿Qué van a pensar los monárquicos?”
“Y encima independiente, con la que hay liada en Cataluña, nada nada, se nos echa encima medio mundo”.
“¿Por qué no decimos Bienvenido a casa y listo?”

Sacar una idea no es fácil. Y más difícil todavía con las peculiaridades del mundo health.

Porque, aunque sacar una buena idea sea difícil y hacerlo en health pueda parecer el más difícil todavía, contamos con la mayor ventaja.

En health se hace publicidad que sirve a las personas. De verdad.
Se hace publi para dar calidad de vida, por el bienestar, para concienciar, conseguir investigación, para dar salud.

Y además de contar con esta enorme ventaja, la publicidad health está dando pasos agigantados. Estamos llegando mucho más allá, y lo estamos haciendo desde el propósito y sin matar las ideas. Todo lo contrario. Le estamos dando salud.

Dando vida a buenas ideas, para dar vida a personas.
Y eso supone cambiar la vida de muchos, quién sabe si en algún momento cambiar el mundo. Y ya que estamos, de paso cambiar el pensamiento de los que se piensan que solo queremos vender.