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¿Tendrá cabida la publicidad de productos farmacéuticos dentro del metaverso?

Por José María Lucerón. Creativo ejecutivo senior en ENELife, agencia perteneciente a AEAPS.

El metaverso es un mundo virtual al que nos conectaremos utilizando una serie de dispositivos con los que “engañaremos” a nuestro cerebro para que pensemos que realmente estamos dentro. Será como teletransportarse a un mundo nuevo a través de gafas de realidad virtual y otros dispositivos que nos permitirán interactuar en él.

Los mundos virtuales no son nada nuevo, y existen una gran cantidad de ellos, sobre todo en el sector de los videojuegos. Te creas un personaje o avatar, y te adentras en ese mundo a vivir aventuras a través de tu ordenador o videoconsola. Es una especie de realidad alternativa en la que podremos hacer las mismas cosas que hacemos hoy en día fuera de casa, pero sin movernos de la habitación.

Seguramente podremos realizar muchas cosas desde la comodidad de nuestra casa, como tener reuniones de trabajo en la que todos compartan una oficina virtual conectándose desde sus casas, y ni siquiera tengan que preocuparse por arreglarse para la reunión. Da igual si estás en pijama o despeinado, lo que el resto de personas lo que verá será tu avatar, tu personaje virtual, esa representación del usuario puede adoptar una versión de uno mismo o la imagen que le gustaría proyectar.

Tenemos que ver las tecnologías como algo que nos ayude a ser mejores, que es algo completamente diferente a que la tecnología haga todo por nosotros. Y este punto es el más interesante, porque si se utiliza como una herramienta puede ser algo muy poderoso.

En el campo de la salud se abren infinitas posibilidades también, es difícil imaginar todas las facilidades que podemos obtener con la perspectiva del metaverso. Por ejemplo, puede ser beneficioso que el profesional sanitario pueda contar con todo nuestro historial médico para consultarlo virtualmente de un vistazo, se podrían evitar asistencias a los centros de salud que no sean necesarias, conseguir las recetas en el médico de cabecera virtual o enseñar a un paciente a cómo debe administrarse una pluma o alguna medicación complicada a través de entrenamientos inmersivos.

Creo que, en el caso de la medicina, los usos más clínicos y asistenciales irán apareciendo a través de la potenciación de la realidad virtual y aumentada, para generar una experiencia inmersiva, yendo desde la superposición de información relevante sobre un paciente o la simulación de operaciones médicas, a su uso en formación para estudiantes de carreras biomédicas o experiencias interactivas de pacientes con enfermedades crónicas. Si se complementa con la información que se puede obtener de sensores (el llamado “Internet de las cosas”) y los wearables, las posibilidades de uso crecerán.

¿Y qué podremos ofrecer las agencias de publicidad a las farmacéuticas dentro del metaverso? Pues, por ejemplo, el poder asistir, e incluso organizar, ferias, seminarios y exposiciones internacionales, claves para dar a conocer nuestro negocio más allá del terreno online. En estos eventos se podrán presentar productos y explicar sus beneficios ante grandes profesionales e instituciones. 

También se podrán celebrar congresos virtuales a nivel internacional, a los que se podrán asistir sin costes de desplazamiento ni alojamiento, lo que permitirá estar actualizado constantemente y estableciendo una extensa red de contactos con médicos de otros países.

Además, imaginamos plataformas de formación para delegados en las que podrán mejorar su desempeño del ejercicio profesional y ayudándoles a desarrollar nuevas habilidades.

En definitiva, estamos ante la construcción de un mundo que está en vías de desarrollo, pero del que ya vemos los primeros cimientos con algunas herramientas que ya se aplican. ¿Hasta dónde nos hará llegar el metaverso en el futuro de la industria farmacéutica?

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