Quienes nos dedicamos a la comunicación en el sector salud, tenemos más que asumido todas las barreras que tenemos a la hora de construir una estrategia de comunicación. Nos enfrentamos a normativas legales y regulaciones que existen para proteger al consumidor, un target de difícil comprensión y poco accesible, la complejidad de un lenguaje muy estricto… Esta combinación de elementos hace que nuestra labor sea comparable a un baile minucioso donde cada paso requiere reflexión y planificación.
No obstante, identificamos diversas áreas que todavía no se han aprovechado completamente. En la cultura actual del entretenimiento, observamos que la tendencia hacia la producción constante de contenido es algo que las grandes marcas ya están adoptando. Una estrategia que el sector de la salud tiene el potencial de hacerlo. El alto valor de información con la que cuentan en el territorio de la salud representa una fuente inagotable de contenido de calidad, seguro y confiable.
Al evaluar los enfoques actuales, surgen preguntas: ¿Qué aspectos se están pasando por alto en las estrategias de comunicación de los laboratorios? Identificamos tres áreas clave:
- El uso de soportes obsoletos. A menudo nos enfocamos en los medios especializados convencionales, pasando por alto las posibilidades que plataformas como las redes sociales nos presentan. Plataformas como TikTok han emergido con fuerza, atraen a una amplia variedad de público y proponen un estilo innovador de creación y consumo de contenido. Esto ofrece infinitas oportunidades para el sector, sirviendo además como un faro de confiabilidad en medio de un océano de información.
- Contenidos que no cautivan. Testimonios en vídeo, entrevistas con expertos, infografías… el sota, caballo y rey de nuestro día a día que ya satura al target. Es esencial innovar y explorar formatos interactivos, siempre considerando a los profesionales del sector. Podcasts, quizzes y espacios físicos destinados a experiencias inmersivas son solo algunos de los formatos que aún podemos explotar.
- El miedo a la creatividad. La más preocupante de todas y la raíz de las anteriores. Y es que es habitual cómo el sector se asusta cuando proponemos ideas más disruptivas, fuera de lo normal. Tanto cliente como agencia nos hemos acostumbrado en pensar en lo que ya sabemos que funciona, pero el entorno que nos rodea nos brinda oportunidades que no estamos aprovechando. El truco están en encontrar el equilibrio siendo creativos sin comprometer la veracidad y seriedad del sector.
La era digital nos brinda herramientas para conectarnos de nuevas maneras. Debemos superar el miedo, ser creativos y aprovechar estas herramientas, manteniendo siempre la veracidad y seriedad. Es tiempo de coreografiar un nuevo baile en la comunicación sanitaria.