
En una sociedad donde el cambio es la única constante, los hábitos de consumo evolucionan a un ritmo que asusta. Esto exige que marcas y creadores reconsideren cómo conectar con sus audiencias. ¿Recuerdas cuando los blogs dominaban internet? Ahora vivimos en la época del scroll infinito de TikTok, donde los primeros 3 segundos marcan la diferencia.
Evolución en los hábitos de consumo
El avance de la tecnología ha revolucionado cómo consumimos información, productos y servicios. Estas son algunas de las principales tendencias.
- Cultura del ‘’on the go’’: es la necesidad que tenemos de acceder a información y entretenimiento de manera inmediata y desde cualquier lugar. Se adapta a los estilos de vida acelerados.
- Personalización extrema: buscamos experiencias personalizadas, que se basen en nuestros intereses, comportamientos y valores.
- Economía de la suscripción: plataformas como Netflix o Spotify han transformado el consumo, priorizando la fidelización a través de modelos basados en suscripciones.
- La era del multitasking: consumimos contenido simultáneamente en varios dispositivos, lo que obliga a las marcas a diseñar experiencias que puedan captar nuestra la atención en varios sitios a la vez.
Efecto espejo: cómo adaptarnos a la creación de contenido
A medida que los hábitos de consumo evolucionan, también lo hacen las estrategias de creación. Lo que consumimos redefine nuestras expectativas como creadores. Aquí es donde entra el concepto del ‘efecto espejo’: un fenómeno en el que las audiencias, a través de su comportamiento y preferencias, reflejan lo que quieren ver. Esto, a su vez, influye directamente en cómo las marcas y creadores ajustan sus estrategias.
Si antes los blogs extensos dominaban el panorama digital, hoy triunfa lo breve, interactivo y emocional. Este efecto espejo se ve reflejado en la forma en que marcas como Zara o Burger King ajustan sus campañas, entendiendo que las audiencias quieren sentirse parte de la narrativa.
El futuro está en la co-creación
La creación de contenido pasará por una integración aún más profunda entre consumidores y creadores. Herramientas de inteligencia artificial, experiencias de realidad aumentada y la posibilidad de personalizar el contenido a nivel individual llevarán el efecto espejo a otro nivel.
Este cambio también impacta en la comunicación en health: médicos, pacientes y profesionales también esperan contenidos que les enganchen. La clave está en adaptar el mensaje sin perder el rigor, eso significa crear contenido que informe, motive y, sobre todo, ayude.
Porque el contenido ya no es un monólogo, sino un diálogo continuo. Los hábitos no solo reflejan tendencias, sino que transforman activamente las estrategias y formatos que usamos para conectar.