El término “comunidad”, posiblemente más antiguo que la misma escritura, lleva resonando en nuestro imaginario, al menos desde que el 7 de septiembre de 2003 se estrenara en televisión la mítica serie “Aquí no hay quien viva”… y en el mundo digital, desde la misma aparición de Internet.

El sentimiento de pertenencia que da lugar al concepto de comunidad, toma especial sentido en el sector health sobre todo por su polivalencia, ya que es capaz de convertirse en un reducto de consuelo en momentos delicados o de hacer actuar al propio grupo como un elemento de presión para conseguir determinados objetivos, transmitiendo las necesidades del propio colectivo… y todo ello vale, tanto si pensamos en términos de pacientes como de profesionales sanitarios.  

Pero tal y como cantaba Bob Dylan allá por 1964, “los tiempos están cambiando”. De hecho, llevan ya un tiempo haciéndolo, aunque la respuesta ya no está tanto en el viento, como decía Dylan, sino en las nuevas formas de comunicación que nos traen consigo el ecosistema digital: el branded-content, el social-media y las múltiples variables de soporte audiovisual para llevarlas a cabo y conectar de forma relevante con la comunidad.

La idea de comunidad, de conjunto, se ha convertido en algo recurrente en cualquier brief cuyo objetivo es influir en un colectivo, lo que hace mandatory la necesidad de fijar una estrategia de comunicación que incorpore el canal, el tono, el momento y especialmente el contenido (incluyendo su formato) que asegure el mayor éxito a la hora de impactar en el target… y esto se ha convertido en algo especialmente complejo dada la multitud de alternativas existentes.

En este contexto hay algo claro: el contenido es el rey (siempre que aporte valor) y el formato su principal valido. En una época de multicanalidad y mucho ruido, la fuerza del mensaje y su formato, decantarán el éxito de la acción. Se trata de salirse de lo convencional, arriesgando en nuevas fórmulas que permitan llegar a la comunidad objetivo con todos los recursos útiles que hagan activarse al cliente. Porque al final, el concepto “comunidad” es antiguo, pero si nos fijamos en su origen semántico, no existiría sin la comunicación… y de eso, de comunicación, sabemos casi tanto como Dylan de buscar respuestas en el viento.