Hace muchos años, no voy a decir cuántos porque eso delataría mi edad, un director creativo me dijo: “antes de talar el árbol debes afilar el hacha”. Como diseñadora, y llena de energía, presentaba 5, 10, 15 propuestas de diseño para una misma idea creativa y, claro, eso me desgastaba a la vez que le dedicaba un tiempo innecesario a un mismo proyecto.

Por aquel entonces no había una buena sinergia entre los equipos de cuentas y los creativos sino todo lo contrario, parecía una guerra que en algunos momentos se podía volver batalla campal llena de despropósitos y faltas de respeto. El timing ajustado iba en contra de la musa de la inspiración que algunos se empeñaban en esperar porque no sabían que realmente la inspiración llega trabajando.

Los equipos humanos fueron cambiando y la forma de trabajo evolucionó, en general “se empezó a afilar el hacha” porque a nadie le gusta perder el tiempo ni marear a los clientes con desatinos, porque es más rentable una agencia que propone ideas y trabaja campañas consolidadas, con sentido, con creatividad. Un briefing afilado exprime la información hasta que la campaña casi sale sola (esto no es exactamente así, pero ¿verdad que sería genial?). 

Desde que escuché esa frase aprendí y comprobé que dedicar tiempo y energía a afilar esa hacha ahorra disgustos y contribuye a que el trabajo fluya. Porque un briefing bien hecho vale oro y porque trabajar juntos en un equipo de personas bien avenido, codo con codo, facturación y arte, creatividad y revenue, ideas out of the box y presupuesto ajustado… genera el buen ambiente que toda persona necesita para trabajar con ilusión y hacer un trabajo de calidad.