El uso de las nuevas tecnologías en estrategias de comunicación puede resultar innovador y excitante, pero el objetivo final a perseguir debe ser cómo mejorar los resultados en la salud de las personas.
El mundo de la salud ha comenzado en esta década un proceso de transformación que no tiene vuelta atrás. Factores económicos y sociodemográficos ponen en jaque la sostenibilidad del sistema sanitario, un nuevo entorno en el que las administraciones y colectivos sanitarios reclaman valor, estrategias y resultados en salud de los pacientes, y no sólo fármacos.
Como respuesta, los laboratorios farmacéuticos se están movilizando hacia servicios de valor añadido bajo estrategias “Beyond the Pill”, estrategias que crean valor envolviendo los productos en soluciones globales con el objetivo de mejorar los resultados en la salud de los pacientes y ofrecer ventajas competitivas al colectivo sanitario.
Para obtener los mejores resultados en salud es importante que el paciente esté informado y comprometido con su tratamiento, y existen ya numerosos estudios que demuestran que intervenciones sencillas con los pacientes pueden ayudar a mejorar la adherencia.
Estas intervenciones ayudan además al profesional a mejorar su gestión clínica y los resultados en salud al tratar con pacientes más autónomos.
Para conseguirlo, cada vez más estas estrategias se apoyan en la oferta de servicios digitales como teleasistencia, programas de adherencia, o programas de manejo de enfermedades crónicas entre otros.
Asumiendo la importancia de la tecnología, los esfuerzos de la transformación digital deben ir encaminados a conocer los cambios en la experiencia digital de los clientes. En este sentido, el hecho de que hoy en día haya más teléfonos móviles que personas en el mundo, hace del “Mobile Health” o “mHealth” un canal a tener muy en cuenta en estrategias “Beyond the Pill”.
Dispositivos móviles en la salud
El “Mobile Health” no es más que la utilización de dispositivos móviles (“smartphones”, teléfonos, tabletas, etc.) dentro del sector de la salud en cualquiera de sus públicos: población general, paciente, familiar, profesional, institución sanitaria, laboratorio, fundación…
La adaptación de los dispositivos móviles al entorno de la salud se explica con unas pocas cifras: el 100% de los profesionales médicos tiene un móvil y la gran mayoría de sus pacientes también (el 96% de los españoles ya dispone de un teléfono móvil).
Ya existen 13.000 “apps” de mhealth en los “apps stores” y unos 250 millones personas se bajaron una “app” de “mobile health” en 2012, según The Brookings Institute.
Además, el teléfono móvil es un dispositivo absolutamente personal que acompaña al usuario en múltiples momentos a lo largo del día. Estas características hacen de él una herramienta clave de información, soporte y seguimiento personalizado para el manejo de la salud y las enfermedades.
Este uso personal y constante del teléfono móvil permite desarrollar distintas opciones del “Mobile Health”. Además de apps tanto para pacientes como para profesionales, que serían la respuesta inmediata, los dispositivos portátiles también permiten la comunicación mediante SMS, por ejemplo para gestión de citas. Las tabletas pueden ser el canal perfecto para proyectos de telemedicina, como es el caso del Servicio Extremeño de Salud. Y no se nos puede olvidar, la creación de “Medical Devices” que permiten el seguimiento permanente de pacientes como es el caso de diabetes o riesgo cardiaco. Quizá el ejemplo más conocido sea el de Apple Watch.
Razones para el entusiasmo
Pero por si todavía pudiera surgir alguna duda, nos hacemos eco del “lnforme de Research 2 guidance sobre Mobile Health” en el que se recogen las razones por las que la industria farmacéutica y agencias deberíamos apostar con más entusiasmo por el “mHealth”. Todas la razones expuestas en este informe coinciden con los objetivos planteados en estrategias Beyond the Pill.
1. Alcance potencial. Hoy en día la pantalla del móvil ya es la tercera pantalla que más miran los clientes y pacientes, después de la televisión y el ordenador. Además, la mayoría de los usuarios de “smartphones” están en países desarrollados, que tienen un gasto sanitario privado por encima de la media
2. Diferenciación. El potencial de las “apps” para apoyar la adherencia del paciente al tratamiento y su cumplimiento hace de ellas el complemento ideal para los productos farmacéuticos. Las compañías farmacéuticas que creen aplicaciones que ayuden al tratamiento no sólo estarán prestando un servicio de valor, sino que también estarán contribuyendo a diferenciar sus productos de los de la competencia.
3. Mejorar los resultados en salud de los pacientes que toman fármacos de la compañía. Es un hecho reconocido que el éxito del tratamiento depende de su correcto cumplimiento. La oportunidad para los fabricantes reside en apoyar a los pacientes con “apps” que les ayuden a lograr el seguimiento de la pauta y manejo de la enfermedad, y así conseguir optimizar los resultados de paciente y del fármaco.
4. Innovación. Los profesionales de la salud ya a día de hoy están utilizando los smartphones y tablets para acceder a información relacionada con la salud. La mayoría de las principales referencias médicas están disponibles a través de las tiendas de aplicaciones y de programas de “Continuing Medical Education” disponibles en las stores.
5. Información del usuario. Las aplicaciones móviles ofrecen un canal de comunicación directo entre el fabricante de un producto farmacéutico y los usuarios. Los pacientes que utilizan una aplicación “dicen” cuándo y cómo utilizan sus medicamentos. Las “apps” proporcionan a los laboratorios información directa que puede ayudar a comprender los hábitos de uso por parte de los pacientes.
6. Ahorro de costes. Algunos ejemplos del ahorro que pueden suponer determinadas “apps” para la industria serían: aplicaciones para el intercambio de resultados de ensayos clínicos, aplicaciones para la red de ventas que incluyan GPS o información útil para revisar y hacer más eficiente la visita. En el caso del sistema sanitario la implementación de “apps” para adherencia o manejo de enfermedades redunda directamente en ahorro de costes.
7. Mejorar la relación con los médicos. Los móviles son una de las pocas cosas que los médicos llevan siempre consigo. Estar tan próximos al profesional sanitario y de manera permanente abre nuevas posibilidades para interactuar con ellos.
De hecho, ya existen “apps” que permiten la comunicación entre las farmacéuticas y los doctores, así como múltiples casos en los que los profesionales ayudan con su “feedback” a mejorar determinadas aplicaciones.
Si bien es cierto que la visita médica es una parte esencial, aunque muy costosa, del marketing farmacéutico, la oportunidad de conectar directamente con los profesionales mediante aplicaciones útiles puede ser un buen camino para crear nuevas relaciones con los prescriptores.
Por todo lo anterior, es labor de las agencias especializadas colaborar con las farmacéuticas en seguir avanzando en servicios de valor añadido en el entorno actual de transformación y acorde a las estrategias Beyond the Pill. Y ¿no nos parece una excelente manera de aportar valor en el día a día de nuestros targets alojándonos en sus teléfonos móviles?
*Artículo disponible en el Nº 100 de la Revista Digital de Farmaespaña – Página 12