María Muñoz Benavides – Dra en Farmacia – Medical writer – Draft Comunicación Healthcare
Desde los primeros tiempos, el hombre ha buscado el remedio a sus problemas de salud -la fiebre, la inflamación, molestias gástricas, afecciones de la piel, etc.-, con recursos que encontraba sabiamente dispuestos en su entorno natural. De modo habitual, los preparaba según un arte particular que requería un saber específico, para lograr la sanación o alivio sintomático de aquellas dolencias. Este oficio, dedicado a la elaboración de remedios saludables según arte, es el que hoy conocemos como profesión farmacéutica; y, al modo de elaborar cada fórmula, según la tradición multisecular: ‘Hágase según arte’, –fiat secundum artem-. Un arte propio, el del farmacéutico, el de quien sabe qué sustancias escoger y cómo combinarlas, sus propiedades, su mejor forma de presentación, conservación, administración y todos los demás aspectos actualmente regulados hasta el menor detalle, relacionados con el medicamento.
El farmacéutico, donde quiera que desarrolle su tarea profesional, ha sido formado para trabajar en el sector ‘según arte’. Ya se encuentre en la oficina de Farmacia, ya en investigación, docencia o industria: nuestra tarea se desarrolla en este marco.
En una agencia de publicidad orientada a la industria farma, nuestro punto de partida es el briefing, una receta magistral que debe ser bien entendida en su planteamiento y objetivos estratégicos, y adecuadamente interpretada para satisfacer las necesidades de nuestro cliente. Recibir en primera persona esa ‘receta’ es de gran relevancia en orden al desarrollo y elaboración de aquel proyecto por parte del departamento médico. Esta primera etapa de nuestra tarea merece atención, estudio, planificación: ¿qué tipo de material necesita?, ¿cuál es su target?, ¿qué mensaje quiere comunicar?, ¿contamos con materiales previos para estar en línea con proyectos anteriores?, ¿disponemos de toda la información relevante y actualizada sobre el producto, para elaborar y jerarquizar los contenidos…? Éstas y otras consideraciones nos ayudarán a trabajar de forma eficiente, a transmitir de modo claro y preciso nuestro proyecto al equipo de diseño y, en definitiva, a acertar con las necesidades que el cliente nos planteó.
Este modo de trabajar requiere ‘arte’: capacidad de escucha, reflexión, empatía, creatividad, eficacia en la búsqueda de información, orden, facilidad para trabajar en equipo, proactividad, capacidad de comunicar eficazmente, de adaptarse al cambio, tolerancia a la presión, orientación a resultados…, para que nuestra tarea merezca, verdaderamente, el reconocimiento de un trabajo bien hecho: hecho ‘según arte’.