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La Experiencia de Usuario (UX) en la vida diaria

Por Jorge Martínez. Diseñador gráfico en Greater Than One Europe

Por Jorge Martínez. Diseñador gráfico en Greater Than One Europe.

Cuando hablamos de User Experience (UX) nos referimos a la experiencia que tienen los usuarios a la hora de interactuar con un producto o servicio.

A todos nos ha pasado alguna vez habernos metido en una página web e invertir demasiado tiempo en encontrar lo que buscábamos hasta tal punto que hemos acabado por desistir para irnos a buscar la información en otro lugar. En otras ocasiones, nos hemos encontrado rellenando un formulario y al pulsar en “enviar” nos ha salido un mensaje de “error” sin especificar dónde se encuentra dicho error.

Ahí es donde sería crucial trabajar por mejorar la experiencia de usuario. Una web con un buen UX permite al usuario encontrar fácilmente todo lo que busca y le ayuda a reconocer, diagnosticar y reconducir cualquier error que pueda aparecer. Por ejemplo, si te metes en la web de una aerolínea, lo normal es que quieras comprar un billete, por lo que lo primero que te aparece en la página es que introduzcas el origen y el destino al que deseas viajar. Asimismo, a la hora de rellenar tus datos, el formulario se divide en varias categorías (datos personales, datos de facturación, ect.) y en otro lado de la pantalla te muestra un resumen del viaje que estás comprando (hora, día, origen, destino, precio, etc.) para que puedas revisar en cualquier momento que los datos que has introducido son correctos antes de pagar el billete.

Pero el User Experience (UX) también lo podemos encontrar fuera de las pantallas, en nuestro día a día. Por ejemplo, en el bote de ketchup. Hay ciertos botes que cuando queda poco contenido, cuesta mucho sacar, obligándote a darle golpes para poder conseguirlo. La solución a este problema se hizo con algo muy simple: dándole la vuelta al bote de manera que quede apoyado sobre la tapa. De esta manera, simplemente presionando un poco el envase extraerás todo su contenido.

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Otro ejemplo lo podemos encontrar en los diseños de los iconos en los cuartos de baño. Hay muchos muy originales y bonitos pero a veces dudas en qué baño entrar porque te cuesta identificar cuál es el de chicos y cuál es el de chicas, que es al fin y al cabo, el objetivo principal del diseño. Este es un claro ejemplo de la gran diferencia que hay entre arte y diseño, que el diseño busca soluciones a un problema.

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Lo mismo puede pasar con algunos electrodomésticos como la lavadora, que en muchos casos, vienen con iconos confusos y no conseguimos descifrar la opción de lavado que queremos programar.

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A continuación, otros ejemplos llamativos de un mal UX que se pueden encontrar en la vida cotidiana:

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Baños para personas discapacitadas con escalón

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La frase de esta sudadera cambia completamente de significado si te quitas la capucha.

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En la puerta de este letrero se lee “tirar”, pero no tiene ninguna agarradera para poder hacerlo.

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Si hay fuego en tu edificio, quizás sí deberías despertar a tus vecinos, al contrario de lo que sugiere esta puerta.

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