Blog

Normalizar la Normalidad

Por Raquel Martínez, DCE de McCann.

Desde siempre la publicidad ha tratado de idealizar estéticamente la menstruación femenina posiblemente porque cuando una marca tiene como objetivo la venta de productos de higiene intima para la mujer, los research no deben recomendar para nada mostrar el tema en todo su esplendor.

Por eso hemos convivido con total normalidad con anuncios que nos mostraban a una mujer vestida de rojo que representaban la regla y trataban de amargarnos la existencia al grito de –Hola, soy tu menstruación–  o con mujeres que parecían princesas de sangre azul que más que la regla lo que tenían era la suerte de vivir sobre las nubes en el súmmum de la máxima blancura y limpieza.

Sin darnos cuenta hemos dado por válido una forma de hablar sobre un tema tan normal y cotidiano que quizás no hemos sido conscientes de que lo que estábamos haciendo era estigmatizarlo y convertirlo en algo que no se puede mostrar ni en los anuncios de los productos que sirven para la higiene de los días en los que la menstruación decide acompañarnos.

Por todo esto creo que la campaña de la marca británica Bodyform da un paso tremendamente valiente y arriesgado en un sector que hasta ahora se había mostrado en este tema demasiado conservador. Y lo hace con una campaña que revindica estética y físicamente en todo su esplendor una realidad diaria de más de la mitad de la población. Y no solo eso, sino que lo celebra e invita a disfrutarlo como algo digno y de lo que nadie, incluido los hombres, debe avergonzarse. 

Esta tendencia de mostrar la vida sin maquillaje ya se inició hace años con los productos para la belleza femenina de la marca Unilever. La brillante campaña para Dove reclamaba una belleza real. Si las mujeres aplaudimos la eliminación del photoshop y que una marca nos mostrara a mujeres reales con su celulitis y con sus kilos de más ¿cómo no vamos a estar preparadas para algo a lo que estamos acostumbradas a ver cada mes con puntualidad? La pregunta en mi opinión es si lo está el resto de la sociedad. Me gustaría pensar que sí, al menos en países desarrollados, otra cosa que merece otro debate es lo que sucede en países donde la mujer por desgracia está aún relegada en la sociedad. Pero volviendo a la campaña de la menstruación de Bodyform y cómo ésta ha de ser interpretada aquí, sin duda me parece un gran paso al que se irán sumando otras marcas.

Y supongo que en muy poco tiempo esta tendencia de “normalizar lo normal” en la publicidad no dará para escribir ningún artículo al respecto y aceptaremos como lógico que un anuncio de pañales infantiles nos muestren los ”regalos” que los peques dejan en sus pañales; o como una Tena Lady absorbe a la perfección las perdidas de orina con su color amarillo original. Sin complejos. Como la vida misma.

Scroll al inicio